La misma lógica de la moral de
los infieles de buscar el pelo en la leche de las interpretaciones intermedias
para una aberración que tiene una sola explicación final, la misma lógica de la
moral con fallas que transfiere responsabilidades y atribuciones pero
justamente a la inversa de lo que indican principios éticos primarios y
elementales, la misma lógica de reconocer sin terminar de reconocer los
errores, es la lógica que evidentemente mueve a nuestros impresentables
comunicadores sociales de cada día, después de semejante quilombo que se
mandaron con semejante exageración que el gobierno plagia documentos vaticanos,
nadie rectifica las aberraciones la contaminación sonora en canales y radios
nociva para los ciudadanos comunes, para una pelotudez, ahora con el argumento
que el episodio parece cerrado, pero no aclarado, el papel de Karcher, el
silencio del nuncio durante el jueves y los errores de la carta son aún un
enigma, tanto lío para contar la historia de un cura coimero aprovechando
vilmente aprovechando el lugar institucional que ocupa accidentalmente, como si
hubiera sido poco lo que hicieron, ahora buscan explicaciones intermedias que
emprolijen sus garabatos para algo que tiene una sola explicación final,
oscuros muchachos, malos muchachos.
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