La misma lógica que da lugar a la
anchura de la generosidad y de la caridad, por la cual no se opone resistencia
al enemigo sino que se le facilita la inconsistencia para que la irracionalidad
salga a la superficie, la lógica que permite vencer el mal con el bien y no con
más mal, de potenciar la contención del mal por el bien y no del malo por el
mal aumentado, la misma lógica de la facilitación por extensión del perdón, la
lógica de la generosidad, del perdón, que se manifestaría incluso, como
actitud, hasta estar dispuesto a darle también todo lo que se pueda, de la
caridad por la generosidad, enseñada particularmente por Cristo, la misma
lógica por la que no optaría ni siquiera por sonambulismo una oposición boba y
aletargada, es la lógica que algunos de los impresentables que tenemos por la
aldea le tendrían que copiar ya que se las pasan copiando otras pelotudeces al
diputado que, opinando del discurso de la presidenta de ayer, dijo que el
Gobierno insiste con iniciativas profundamente distributivas pese a un marco desfavorable en el contexto
económico mundial y a los intentos de desestabilización y desánimo que el poder
económico y su brazo mediático quieren instalar en los sectores populares,
representa una gran valentía política en medio de la disputa por los fondos
buitres en la Corte de Nueva York, que lejos de amedrentarse y congraciarse con
el universo financiero, inyecta dinero en el mercado interno y reafirma su
apuesta por un modelo productivo.
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