
Piltrafismos, cosas de piltrafas.
Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches, ahí vamos in ninguna señal que somos diferentes, piltrafas igual que siempre sin cambiar nunca, ahí vamos confundiendo todo como siempre como nunca, hay que mirar no más un poco el entorno de la gente insultando de esta manera a un tipo cualquiera en todo caso porque les embromó las especulaciones de fin de año con el dólar, hay que verlos a las mujeres todas distendidas a los maridos en el rol de ellas cimentando apoltronados en mullidos sillones volviendo desde una de las playas caras, hay que verlos discriminando probablemente porque consideran que el tipo no está a la altura de ellos que además son conchetos y viajan en colectivos con la forma de un buque, gente educada presuntamente en los mejores lugares, hay que verlos, esos que no entienden nada ni siquiera a los compatriotas que por ahí no aparecen esos que bancan los aumentos de precios cotidianos.
Sin embargo, en el universo opositor hubo voces que amonestaron al Gobierno por haber incubado un clima de confrontación en la sociedad, un caldo de cultivo perfecto para los escraches y los insultos. Como el que sufrió Kicillof a su regreso de la ciudad uruguaya de Colonia, increpado por varios pasajeros del barco en el que se trasladaba con su familia. "Siembra vientos, cosecharás tempestades", sintetizó el diputado Gustavo Ferrari (Frente Peronista). El legislador rechazó las agresiones que sufrieron ambos funcionarios e instó a recobrar la calma. "No avalo los escraches públicos ni los insultos, pero es evidente que el Gobierno está cosechando las tempestades de los vientos que sembró por el modelo de confrontación que instaló en la sociedad", opinó. "No comparto los escraches ni los insultos públicos -dijo-. Pero es evidente que estas manifestaciones son producto del clima de irritación colectiva que inculcó este gobierno." "Oligarcas gorilas y algunos tilingos atacaron a las hijitas de Axel Kicillof en Buquebús -escribió el dirigente kirchnerista Luis D'Elía en su cuenta de Twitter-. Que lo insulten en Buquebús habla bien de Axel. Lo malo sería que lo puteen los trabajadores, los pobres y la clase media." La embajadora en México, Patricia Vaca Narvaja, se sumó a la defensa de los funcionarios. "Los insultos y la violencia expresan la impotencia de quienes no quieren una Argentina para todos", expresó, mientras que el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, enfatizó: "La violencia es el signo de impotencia de los egoístas que se saben sin razón". Otras voces fueron más mordaces. Como el diputado Felipe Solá, que en su cuenta en Twitter escribió: "Escrache a Kicillof y flia da mucha vergüenza. Silbidos al «patriota» Boudou dan alegría", sostuvo. Patricia Bullrich (Unión por Todos) escribió, también en Twitter: "Antes de ir a un acto, Boudou debería devolver el dinero de Ciccone". "Lo peor que nos puede pasar es que la gente se empiece a enojar con la política".
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