Mentiras ni
siquiera piadosas.
Igual que en la vidriera
irrespetuosa de los cambalaches, ahora habrán discursos solidaridades tardías
ofrecimientos a destiempo glorias en el panteón de las glorias de nuestros cines, medulosas reflexiones sobre este actor antes un ser humano que fue
privado de contención en un escenario donde tiene que haber puesto más de lo
que sacó, ahora habrán condolencias y plañideras sollozando sus potenciales y
seguras muertes menos dignas seguro que este ser humano que al menos pidió por
mucho menos de lo que dio, ahora habrán acompañamientos pomposos y ruidos para
las prensas y las revistas amarillas y para todo el cholulaje que no embarga en
cada una de las situaciones que pasamos, muy pocos con una oración al último
habrán pedido que sus alma descanse en la paz del señor y que El le dé la
oportunidad de apreciar la luz de Su gloria.
Falleció Adrián “El Facha”
Martel, quien se encontraba internado en el sanatorio de La Providencia. Por un
severo cuadro de sepsis. Así lo confirmó por teléfono al programa “Infama”,
Cristina Furri, su ex mujer con quien tuvo tres hijos. En los últimos días el
cuadro había comprometido diferentes órganos y tuvieron que internarlo en la
terapia intensiva. La enfermedad que presentaba Martel generalmente suele ser
una respuesta del cuerpo a una infección bacteriana. El actor, que cobrara
popularidad en la década del 80, ya había tenido dos infartos y le habían
puestos dos stents. Su fama había comenzado a crecer en los años ‘80 junto a
Alberto Olmedo. En 1985 actuó en la telenovela Increíblemente sola y ese mismo
año trabajó con Olmedo, Javier Portales, Adriana Brodsky y Beatriz Salomón en
“No toca botón”. Probablemente ese fue su mejor año laboral: también participó
de la película El telo y la tele, junto a Guillermo Francella, Carmen Barbieri,
Moria Casán y Thelma Stefani, y en Sucedió en el internado, donde compuso a un
fogoso amante de Silvia Pérez. Las
últimas informaciones no eran buenas. El doctor Alfredo Cahe había adelantado
que el estado de Martel (que era apodado “Facha” por su éxito con las mujeres)
era gravísimo. A lo largo de estos años, las adicciones a las drogas fueron
agravando los crecientes problemas de salud. Y por si fuera poco sus
incursiones laborales fueron progresivamente desapareciendo. En la memoria del
ambiente del espectáculo quedará su relación cercana a Olmedo y a Carlos Monzón
como así también las veladas en las que vendía relojes Rolex a todo el mundo.
"Era el alma de la fiesta", comentó Anamá Ferreira en su momento. (resumen
de la prensa)
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