Desmitificando, la discriminaciones.

Aunque insistamos con eso de no hacernos cargo y desde esos lugares de hacernos los reverendos boludos, desmontando discriminaciones folclóricas bien folclóricas, te discrimina más un cabecita negra residiendo en la capital como la chueca lindaura, que un porteño en Ushuaia o la Quiaca, te discrimina más un cabecita negra que un porteño en similares condiciones, en todo caso el porteño ningunea que es una palabra descriptiva en este caso no aprobada todavía por la RAE cuando le tocan los privilegios que ese porteño o ese cabecita dan por sentado, te discrimina más un porteño que contrata un cabecita negra para que limpie las letrinas como al porteño lo discrimina el europeo o el titular del gentilicio del lugar donde el otro  con los dólares que por discriminación ha comprado en el mercado paralelo el domingo después al almuerzo donde se asesoró a la abuelita para que timbear con los euros que le llegan puntualmente, discrimina la abuelita en el folclore local a los nietos cuando es generosa o retacea lo que los otros ya están repartiendo, las cuestiones son que además tenemos las leyes y las instituciones que supuestamente están para evitar las inevitables folclóricas discriminaciones.