Más que menos toda la vida fuimos
propensos a no distinguir entre lo relevante y lo irrelevante, entre lo
principal y lo accesorio, entre lo importante y lo secundario, entre la forma y
el fondo, y a partir de esa limitación de distinciones de calidad de enfoque
que causa dificultades, fuimos propensos a armar muchos de los rasgos
determinantes de nuestras estructuras sociales que son residuales justamente
con estos motivos, y que además con los mismos motivos no tienen resoluciones
sin modificaciones de aquellas condiciones iniciales que a su vez condicionan
las estructuras cognitivas que a su vez impacta sobre la estructura social en
una retroalimentación espiralada que además potencia la endemias, perceptiva
intelectual y cultural, de cada uno de nosotros que de estas maneras perdemos
siglos en transformaciones que quedan pendientes de generación en generación,
somos reduccionistas antes que analíticos, subjetivos antes que objetivos,
individualistas antes que partes de una conciencia social, y menos aún de una
sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario