Además de él, ese Birmajer con
nombre de fórmula uno, quién más asegura que se trata de un aldeano de buena
voluntad, porque así yo también que soy un Paz cualquiera con nombre de prócer,
soy de buena voluntad por mis declaraciones de ser de buena voluntad aunque sea
de mala voluntad, además de esos aldeanos que lo repiten una y otra vez desde
que lo escribieron en la constitución otros próceres notables que
indudablemente se deben haber tomado a sí mismos como personajes de buena voluntad
mientras mataban indios y hermanos paran apropiarse de recursos, a qué se llama
o qué identifica a un paisano de buena voluntad, porque la verdad es que si
fuéramos todos de buena voluntad como al menos lo declaramos, eso tendría que
estar reflejado en nuestras estructuras sociales residuales que, dicho sea de
paso son un mamarracho, cuál es la buena voluntad de un hombre de buena
voluntad mi propia buena voluntad la que yo digo que es mi buena voluntad así
sea un guacho o la buena voluntad mía que perciben mis vecinos mis
interlocutores, qué son los hombres de buena voluntad, quién o quiénes
determinan esa buena voluntad que además es una mentira si el que expresa que
tiene buena voluntad tiene una voluntad de mierda misógina y cruzada, como la
de ese Birmajer como la de ese Paz a los que no les alcanza con decirlo
mientras sigan empeñados en sus malas voluntades cagándose en los gobiernos que
no les son funcionales a sus sueños de clases y clasistas de desbandes con el
dólar el valor de los inmuebles y las contenciones a los negros que se cagan de
hambre, quiénes son los que determinan las buenas voluntades en estos lugares
llenos de malas voluntades, clasificaciones que al final remontan a otras
ridículas pasadas de moda como las del siglo XIX cuando la sociedad que tenemos
se dividía entre gente decente y la gente de las orillas.
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