Es asqueroso produce nauseas de
la misma manera, por un lado la afirmación de uno que el accidente ferroviario
fue negociado para lograr efectos electorales, como por el otro lado que el
otro presuntamente más leído afirme que el episodio de salud de la presidenta
fue una cuestión de urgencia médica pero con oportunidad negociada con los
médicos también para lograr efectos electorales, de verdad, que no solamente
esos autores, sino todos, estamos todos locos, para psiquiatra los que leemos y
los que decidimos no leer esas sartas de burradas y aberraciones de
trasnochados que aparecen en enviones que se suponen son legitimados y se
difunden por todo el sistema, con semejantes razonamientos no se pueden esperar
equilibrios muy estables en estructuras sociales residuales como las nuestras,
temerarios son los que lo hacen temerarios los que damos entidades,
temeridades, de temerosos de tenbrosos.
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