La misma lógica tatoniana o la
misma lógica miguelpauliniana del ente de calificación cinematográfica, cuyo
mentor por los chismes de entonces y de ahora en la red fue uno de los peores,
uno de los que no dejaba pasar ninguna aplicando tijeras efectivas en cuanto
film le dijeran las autoridades civiles o militares que no tenía que ver en sus
totalidades la gilada, caso el bebe de rosmary o caso Jesucristo superstars, la
misma lógica del discrecionismo de la subjetividad llevados a su máxima
potencia, es la que intentan aplicar algunos perdidos ciudadanos en la aldea
local y también en la aldea global a la red, a los contenidos y otras yerbas de
la web como a la iniciativa popcorn time industria nacional, entre otros a ese
muchacho que declaró que la piratería cibernética es más un problema de los
mercados que un problema de la gente, un verdad de Perogrullo más cierta que el
dulce de leche.
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