La misma lógica del sadismo en su
estado impuro es decir la misma lógica del sadismo, pero escindido de un
clásico contexto sexual, la misma lógica del placer de la fruición en función
del sufrimiento, del martirio del otro en cualquier categoría, apostando, a que
sacando de quicio al otro pueden esperarse resultados inconfesables, porque no
confiesan los responsables de la vergüenza que les tiene que dar retroceder en
los tiempos de una historia que inexorablemente y por suerte para los que
vengan va quedando atrás, esa lógica es la lógica que parecen aplicar nuestros
comunicadores de todos los días, berretas sin excepciones aunque haya
excepciones entre ellos, para cuando diagraman y arman una información que en
todo caso como ellos mismos es un mamarracho, porque una información que tiene
como motivos excluyentes generar broncas, inquinas, discusiones que se esconden
como polémicas, angustias y ansiedades, alegrías, risas, llantos, es, por
definición una información de deficiente calidad o una información
desnaturalizada, porque una información de calidad no tiene no debe no puede
tener una carga de alta subjetividad, a lo sumo algunas pequeñas pizcas de subjetividades,
ejemplos las noticias mala leche firmadas por ese empleado del mes, que hoy
escribió notas sobre el transporte público automotor de pasajeros, de los
subsidios y de todas esas cosas, más que un periodista parece un paranoico.
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