lunes, 17 de febrero de 2014

Desmitificando, cantidades y calidades.




La misma lógica de la optimalidad la misma lógica de las instrumentaciones de la optimización de la información, en el despliegue de la información, en la comunicación que presuntamente forma opinión que presuntamente forma expectativa que presuntamente determina conductas que presuntamente terminan en comportamientos de cooperación o de tensión social, tipo las de Fayol y Taylor en los procedimientos industriales, de priorizar lo esencial sobre lo accidental o eventual, lo objetivo sobre lo subjetivo, las síntesis que transmiten antes que los despliegues analíticos que no dicen nada, es la que tendrían que utilizar los incompetentes comunicadores sociales de los que disponemos en la aldea casi sin excepciones, porque gastan recursos físicos e intelectuales en medulosos  informes para temas que no le interesan en realidad a nadie por su ingravidez temporal, o sea que si interesan hoy mañana no interesan, por lo general con pinceladas de amarillismo tercermundista, es decir que no es resuelto ni por las instituciones policiales ni por las instituciones judiciales y por lo tanto puro cuento, y que subliminalmente sugieren ineficiencias gubernamentales con lo que exasperan ánimos para mantenimientos o alteraciones de los ordenes establecidos, con la misma lógica de priorizar la calidad sobre la cantidad por ahí formarían antes de informar sobre la superficie como lo hacen, como lo afirma J.P. Feinmann en una columna de diario de hoy, “…me interesa más Hélène Grimaud que Sergio Massa.”

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