La misma lógica de la optimalidad
la misma lógica de las instrumentaciones de la optimización de la información,
en el despliegue de la información, en la comunicación que presuntamente forma
opinión que presuntamente forma expectativa que presuntamente determina
conductas que presuntamente terminan en comportamientos de cooperación o de
tensión social, tipo las de Fayol y Taylor en los procedimientos industriales,
de priorizar lo esencial sobre lo accidental o eventual, lo objetivo sobre lo
subjetivo, las síntesis que transmiten antes que los despliegues analíticos que
no dicen nada, es la que tendrían que utilizar los incompetentes comunicadores
sociales de los que disponemos en la aldea casi sin excepciones, porque gastan
recursos físicos e intelectuales en medulosos
informes para temas que no le interesan en realidad a nadie por su
ingravidez temporal, o sea que si interesan hoy mañana no interesan, por lo
general con pinceladas de amarillismo tercermundista, es decir que no es
resuelto ni por las instituciones policiales ni por las instituciones judiciales
y por lo tanto puro cuento, y que subliminalmente sugieren ineficiencias
gubernamentales con lo que exasperan ánimos para mantenimientos o alteraciones
de los ordenes establecidos, con la misma lógica de priorizar la calidad sobre
la cantidad por ahí formarían antes de informar sobre la superficie como lo
hacen, como lo afirma J.P. Feinmann en una columna de diario de hoy, “…me
interesa más Hélène Grimaud que Sergio Massa.”
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