sábado, 22 de febrero de 2014

Desmitificando, la cooperación.



La misma lógica de la cooperación en sus instancias de derivaciones sucesivas en plazos de mayor integración, en los que el todo siempre es mayor a la suma de las partes, además de la genética pura, la composición social y económica justa equitativa digna, en coincidencias o en disidencias relativas y coyunturales con los vínculos anteriores y aún originales de esa misma integración, según como se aprecie desde los niveles sociales donde cada individuo ejercita un rol, operando en el sentido de las transformaciones de las estructuras sociales especialmente de las residuales, tomando la idea que Harris menciona para “los rasgos privativos del lenguaje humano, que provienen indudablemente de adaptaciones genéticas relacionadas con la creciente dependencia de los homínido primitivos de la cooperación social y de modos de subsistencia culturalmente adquiridos, de las criaturas humanas que nacen con un sistema de circuitos neurales que hace que aprender a hablar sea algo tan natural para ellas como aprender a andar, circuitos que representan el tipo de “instalación” mental útil para una criatura que necesita almacenar y transmitir gran cantidad de información no en los genes, sino en el cerebro”, sería más que interesante descifrarla y trabajarla, porque en las concatenaciones históricas de las diferentes adaptaciones con proyección social o económica, hay en la aldea propia por lo menos, digresiones que aparecen por fallas en las morfologías de las estructuras de producción o consumos, que necesariamente imponen, modificaciones inducidas por políticas públicas fuertes y firmes que no son aceptadas en general y son motivos de tensiones algunas irresolvibles, para imponer campos de cooperación innovadores, de participación en actitudes de reciprocidad, aceptando las premisas o nuevos paradigmas en los niveles locales, que indican que una sinergia adecuada, efectiva, eficaz, más óptima que pésima, se fragua en sociedades que ajustaron aproximando los extremos, de las carestías con las baraturas como las llamaba Bastiat, esto es, contextos donde puedan convivir en armonías ricos y pobres y toda las gamas de intermedio, si pobrezas extremas que resienta las armonías que se dan por el lado de la justicia sin riquezas extremas que resientan las armonías que se dan por el lado de la libertad, en donde no se rechace la acumulación pero donde no se descuide la marginación social y económica.  

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