La misma lógica tomista que sirve
para preguntar si “utrum liceat accipere mutuo pecuniam sub usura”, si es
correcto generar ganancias del intercambio sin distinciones de las categorías
fungibles o no fungibles de los bienes servicios recursos que se ponen en
movimiento con los fondos que se usan para adelantar consumo en el sistema,
para financiarlos como se dice actualmente, o necesariamente deben considerase
en los tramos informales de la formalidad de los mercados o en los tramos
formales de las informalidades de los mercados nuestros de cada día, puede ser
conveniente para revisar las formaciones de las expectativas y las conductas
que son factibles de inducir desde las políticas públicas para suprimir lo que
por cierto son exacciones que confirman lo que sucede en la generalidad de los
casos que los que menos tienen financian el bienestar de los que más tienen en
forma indefinida, pero en las correcciones
los análisis no tienen porqué ser superficiales, por ejemplo en setenta
años una bicicleta IMPO que en 1944 costaba 90 pesos m/n o 150 pesos m/n
financiada en diez cuotas de 15 pesos m/n (más o menos 6% mensual), después de
trece ceros a la izquierda y dos hacia la derecha es equivalente a una actual
2014 de 9000 pesos o poco más de 13000 peso financiada veinticuatro meses en
cuotas de casi 500 pesos (más o menos 3% mensual), ¿cómo medimos lo que no es
inconveniente?
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