La misma lógica señalada por
Deborín de la contrastación de las diferencias la misma lógica de decir blanco
para pasar a decir negro sin razones que medien para semejantes
transformaciones que van del uno al cero sin escalas, la misma lógica de la
contradicción que en la formulación de este autor no tiene porqué terminar en
diferencia y que probando por el camino inverso podríamos reformular diciendo
que con tolerancia incluso no hay porqué para que una diferencia termine
cerrando con una contradicción, si está en nuestros propios genes antes que la
pudramos con las presunciones de la razón pura que es la que está de nuestro
lado con lo cual llegaríamos a la absurda conclusión que hay una razón por cada
uno de nosotros, con la misma lógica de esas razones de razones como para que
una contradicción no sea necesariamente una diferencia y menos insalvable, que
una negación no tiene porqué presuponer un discrepancia, sino una simple
diferencia de criterios que tiene que ser aceptada en la diversidad social, es
la que nos lleva a decir que la de Hadad (“El `círculo rojo` habla de adelantar
las elecciones. Creo que todos tenemos que aprender a respetar los mandatos.
Aunque pensemos diferente”) de decir a sus colegas está bien muchachos
critiquen pero no exageren ni mientan para confundir a los comunicados, es la
que nos lleva a decir que el quiosquero de santa fe que protestó para no seguir
aumentando los precios en su boliche y la iniciativas de la gente para hacer un
día de abstinencia de consumo de combustibles y en supermercados, son las
expectativas y las actitudes que interesan para adelante las que nos llevarán a
ser diferentes aunque sigamos siendo contradictorios como somos o seremos lo
que no es igual tampoco a ser racionales, que también es una idea relativa, el
pensamiento puede ser diferente del ser pero no tienen porqué ser
contradictorios.
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