La misma lógica del determinismo
medieval que imponía el ordenamiento social entre señores y siervos compelidos
a un servilismo continuado “bajado” desde arriba, la misma lógica feudal
adaptada a su versión criolla en la aldea como la lógica del patroncito
influyendo en los destinos de la peonada buena disciplinada obediente y sumisa,
parece ser la que quieren aplicar algunos de los analistas y opinadores truchos
de los que abundan, para marcar comportamientos y expectativas sin sustentos
ciertos, en sus afanes para imponer agendas apocalípticas que exacerban las
conductas en los mercados nacionales de poca significación pero los mercados al
fin de la economía nacional, la misma lógica de la resignación servil a los
encaprichamientos del señor es la que parecen aplicar cuando analizan las
flexibilidades de los presupuestos particulares, recomendando a la gente sobre
decisiones que por sus naturalezas son unilaterales, en la línea de
determinismos bobos que en ocasiones prenden en grupo importantes y cuyos
finales son las elevaciones reiteradas de las tensiones sociales.
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