La misma lógica de la
subliminalidad en las transmisiones de los mensajes, la misma lógica de las
transmisiones de lo más importante escondido detrás de una fachada de lo menos
importante, la misma lógica que se aplica para enviar el mensaje detrás del
meta mensaje, es seguramente la lógica que tendremos que oponer en movimiento
mañana o pasado cuando en los titulares de los diarios de circulación masiva en
la aldea, aparezca la novedad del mensaje elíptico del papa Francisco con eso
que quiso decir que lo oxigena estar viendo generaciones de jóvenes políticos
que traen una “música nueva”, porque está buena la onda que tira aunque esté
menos nueva la onda en rangos de cercanías temporales de las presidenciales con
la casualidad que hay un político joven que al menos él cree que es el sucesor
de quien se va en 2015, y al menos por sus actitudes, toca “música de la vieja
ola”.
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