lunes, 8 de abril de 2013

En primera persona.


Stultus quaestiones, stultus responsis.
Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches la pregunta esa que hizo el periodista que seguro no tiene en el disco rígido las conexiones para intentar otras, esa precunta equivale a preguntar por qué andan los gendarmes vestidos de gendarmes y los policías vestidos de policías y los de la cruz roja vestidos voluntarios de cruz roja y así, en ese caso todos hace proselitismo con las donaciones de los otros que es de imaginar si las habrán hechos sinceramente y no para andar monitoreando quién y cómo reparte lo que se ha donado en la cooperación esta, en todo caso como diría nuestro prócer podrían repartir en bolas como los hermanos los indios así nadie se da cuenta de dónde vienen, una lágrima, y una pregunta estúpida merece una respuesta estúpida a un periodista que hace unos buenos años practica la borocotización de la información aunque nadie lo registre, que mueva un poco el culo y vaya a ayudar en todo caso si tanto le molestan las nominatividades. (Crónicas) El periodista le preguntó “¿por qué trabajan con pecheras partidarias con estas donaciones anónimas?”, después de que el jefe hiciera propaganda de la ayuda que daban desde la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, mientras un cronista le festejaba todo y las cámaras mostraban a decenas de jóvenes con pecheras de La Cámpora, distribuyendo colchones, agua mineral y bolsas repletas, en hileras que partían del edificio “Presidente fulano” y desembocaban en camiones del Ejército. Esa pregunta, casi de sentido común, ya que “la persona que donó un colchón no lo hizo en forma partidaria”, según planteó el periodista desembocó en una discusión muy fuerte con el tipo, quien reivindicó esa metodología, se enojó con el otro tipo y terminó intimándolo para que vaya a ayudar a ese lugar, cuando saliera del noticiero. “¡Te invito a que vengas a ayudarnos, te espero hoy acá!”,  “¡Te espero hoy acá, cuando termine el noticiero! ¿eh?”. Mientras la otra conductora, sostenía lo valioso que era que estuvieran los jóvenes con pecheras, el diputado volvía a exclamar que “la gente confía, ¡Y decile que lo esperamos acá a la tarde, para que venga a ayudar!”, en referencia, no fue a “ayudar”, tal como le exigía el jefe, y el tema se disparó entre los más discutidos en la red social Twitter, por Radio explicó que era “atinado” preguntarle sobre la validez de “asociar un partido con las donaciones”. Y añadió: “Lo veo como algo periodístico. No voy a autocensurarme, con una pregunta acertada o no, “es un episodio más, como cualquier otro que ocurre en un noticiero. No nos parece que esto requiera una respuesta institucional”. 

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