viernes, 12 de abril de 2013

En primera persona;


Speculis.
Los que deciden en los bancos se meterán las casas en los culos seguirán construyendo monumentos a la ineficiencia humana o quizás construyen para ET vaya a saber lo que hacen con esos activos fijos si inflaron como siete veces los activos financieros correspondientes, como espejos de los circos imágenes que se replican en diferentes partes del planeta donde la burbuja especulativa se infló hasta los límites de la explosión, imágenes que se fragmentan que se desfragmentan infinitas veces en la socialización de las pérdidas y las privatizaciones de los beneficios sociales, tantas veces la misma historia sin que se deriven las lecciones que corrijan los inconvenientes en las bases, las mismas especulaciones de los que tienen pensado las infinitas formas de restar a los que menos tienen en esa lucha encarnizada por pisar a los más débiles y entronizar a los más fuertes, inútil lucha corporativa que tiene su resguardo en los sistemas monetarios que tal vez sea un sistema monetario único contraproducente para la distribución equitativa de los ingresos que tal vez igual que los objetivos del milenio o los acuerdos por el calentamiento global, son más partes de un discurso consolador que de una práctica objetiva para cambiar la disposición más desacertada de las cuestiones sociales y el equilibrio global. (Crónicas) La cara más despiadada de esta crisis se refleja en las familias que han perdido sus casas. Hasta ahora, el drama social de la burbuja inmobiliaria había tenido cifras imprecisas, aunque los casos conocidos son muy reales y dramáticos. Ni el Gobierno, ni el Poder Judicial, ni la banca han sido capaces de delimitar la magnitud del problema. En febrero pasado, el Colegio de Registradores de la Propiedad decidió despejar las dudas sobre este asunto y consultó a todas sus oficinas, obteniendo respuesta de 934, el 85% del total. La conclusión es que el año pasado los bancos se quedaron con 30.034 primeras viviendas por impago de los créditos, lo que da una media de 115 desahucios al día. La mayoría de estas familias afectadas acabarían desahuciadas y una pequeña parte podría haber seguido en la casa a cambio de un alquiler social. Al margen de los cambios legales que favorecen esta medida, para los bancos también es práctico dejar a las familias alquiladas en la vivienda porque al menos obtienen un rédito por el piso y se evitan tener que venderlo. Dado que al informe del Colegio de Registradores le falta un 15% de las oficinas, es de suponer que la cifra definitiva será ligeramente mayor. Uno de los mayores valores que tiene el estudio del Colegio de Registradores es que ha excluido los garajes, trasteros, oficinas, naves y locales comerciales. También ha dejado fuera todos los casos en los que el titular de la finca fuera una persona jurídica, es decir, una empresa. Así, el número total de viviendas, de primera y segunda residencia, que se quedaron los bancos el año pasado, asciende a 38.778, según este estudio. En el 77% de media de los casos afectó a primera vivienda. “Se trata de un dato sin duda significativo debido a que la pérdida de la primera vivienda tiene un impacto social muy superior a la segunda residencia u otro tipo de fincas”, dice la nota de los registradores. Estas cifras contrastan con las del Consejo General del Poder Judicial que, sin desglosar las cifras, publicó que en 2012 se habían realizado 91.622 ejecuciones hipotecarias, que son las tramitadas por los juzgados de primera instancia en las que se ha exigido en pago de deudas garantizadas por propiedades hipotecarias. De todas ellas, 70.257 acabaron en los juzgados como lanzamientos, que son los cambios en la propiedad de un inmueble, ya sea rústico o urbano, de empresas o de particulares. No obstante, los menos precisos fueron los bancos, cuyas patronales dijeron al Gobierno que el número de desalojos de primera vivienda oscilaba entre 4.000 y 15.000 en los últimos cuatro años.

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