Speculis.
Los que deciden en los bancos se
meterán las casas en los culos seguirán construyendo monumentos a la
ineficiencia humana o quizás construyen para ET vaya a saber lo que hacen con
esos activos fijos si inflaron como siete veces los activos financieros
correspondientes, como espejos de los circos imágenes que se replican en
diferentes partes del planeta donde la burbuja especulativa se infló hasta los
límites de la explosión, imágenes que se fragmentan que se desfragmentan
infinitas veces en la socialización de las pérdidas y las privatizaciones de
los beneficios sociales, tantas veces la misma historia sin que se deriven las
lecciones que corrijan los inconvenientes en las bases, las mismas
especulaciones de los que tienen pensado las infinitas formas de restar a los
que menos tienen en esa lucha encarnizada por pisar a los más débiles y
entronizar a los más fuertes, inútil lucha corporativa que tiene su resguardo
en los sistemas monetarios que tal vez sea un sistema monetario único
contraproducente para la distribución equitativa de los ingresos que tal vez
igual que los objetivos del milenio o los acuerdos por el calentamiento global,
son más partes de un discurso consolador que de una práctica objetiva para
cambiar la disposición más desacertada de las cuestiones sociales y el
equilibrio global. (Crónicas) La cara más despiadada de esta crisis se refleja
en las familias que han perdido sus casas. Hasta ahora, el drama social de la
burbuja inmobiliaria había tenido cifras imprecisas, aunque los casos conocidos
son muy reales y dramáticos. Ni el Gobierno, ni el Poder Judicial, ni la banca
han sido capaces de delimitar la magnitud del problema. En febrero pasado, el
Colegio de Registradores de la Propiedad decidió despejar las dudas sobre este
asunto y consultó a todas sus oficinas, obteniendo respuesta de 934, el 85% del
total. La conclusión es que el año pasado los bancos se quedaron con 30.034
primeras viviendas por impago de los créditos, lo que da una media de 115
desahucios al día. La mayoría de estas familias afectadas acabarían
desahuciadas y una pequeña parte podría haber seguido en la casa a cambio de un
alquiler social. Al margen de los cambios legales que favorecen esta medida,
para los bancos también es práctico dejar a las familias alquiladas en la
vivienda porque al menos obtienen un rédito por el piso y se evitan tener que
venderlo. Dado que al informe del Colegio de Registradores le falta un 15% de
las oficinas, es de suponer que la cifra definitiva será ligeramente mayor. Uno
de los mayores valores que tiene el estudio del Colegio de Registradores es que
ha excluido los garajes, trasteros, oficinas, naves y locales comerciales.
También ha dejado fuera todos los casos en los que el titular de la finca fuera
una persona jurídica, es decir, una empresa. Así, el número total de viviendas,
de primera y segunda residencia, que se quedaron los bancos el año pasado,
asciende a 38.778, según este estudio. En el 77% de media de los casos afectó a
primera vivienda. “Se trata de un dato sin duda significativo debido a que la
pérdida de la primera vivienda tiene un impacto social muy superior a la
segunda residencia u otro tipo de fincas”, dice la nota de los registradores. Estas
cifras contrastan con las del Consejo General del Poder Judicial que, sin
desglosar las cifras, publicó que en 2012 se habían realizado 91.622 ejecuciones
hipotecarias, que son las tramitadas por los juzgados de primera instancia en
las que se ha exigido en pago de deudas garantizadas por propiedades
hipotecarias. De todas ellas, 70.257 acabaron en los juzgados como
lanzamientos, que son los cambios en la propiedad de un inmueble, ya sea
rústico o urbano, de empresas o de particulares. No obstante, los menos
precisos fueron los bancos, cuyas patronales dijeron al Gobierno que el número
de desalojos de primera vivienda oscilaba entre 4.000 y 15.000 en los últimos
cuatro años.
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