Ingredientes
(Para cuatro comensales)
Lentejas secas, 500 g
Cebolla mediana, 1
Panceta ahumada, 150 g
Chorizo colorado seco, 1
Caldo, cantidad necesaria
Aceite de oliva, 3 cucharadas
Limón, 1
Perejil, 50 g
Sal y ají molido, a gusto
Preparación
- Hervir las lentejas en abundante agua con sal, hasta que estén a media cocción (unos 20 minutos).
- Cortar la panceta en bastones y dorar en una cacerola con un chorro de aceite de oliva.
- Agregar la cebolla picada, cocinar hasta que esté transparente.
- Incorporar el chorizo colorado cortado en rodajas finas.
- Agregar las lentejas previamente coladas y rápidamente incorporar caldo hasta cubrir.
- Condimentar con sal (si fuera necesario) y ají molido.
-
Cocinar revolviendo de vez en cuando con cuchara de madera hasta que las lentejas estén tiernas y el guiso algo espeso.
- Cuidar que el guiso de lentejas no se seque durante la cocción, agregando caldo de ser necesario.
- Servir el guiso de lentejas acompañado de gajos de limón y espolvoreado con perejil picado.
ingredientes
Lentejas remojadas cómo mínimo 8 h 500 g
Cebolla picada finamente 2 cdas.
Ajo picado finamente 3 dientes
Perejil picado finamente 1 1/2 cdas.
Morrones verdes bien picado 1 unidad
Morrones rojos bien picado 1 unidad
Chorizos colorados, pelados y cortados en rodajas 2 unidades
Tomate medianos, picados 2 unidades
Aceite 2 cdas.
Sal gusto (opcional)
Pimentón 1 cda.
Ají molido (opcional) 1 cdta.
Olla (mediana), Sartén (grande), Cuchillo (filoso), Tabla, Cuchara de madera, Colador
Preparación
1. Lave bien las lentejas, escúrralas, colóquelas en la olla con agua y sal. Luego llévelas al fuego alto unos 20 min. O hasta que estén tiernas.
2. En la sartén vierta el aceite, caliente a fuego medio/alto y dore, revolviendo de vez en cuando con la cuchara de madera, la cebolla, los dientes de ajo y los morrones, tardará unos 7 min..
3. Luego, agregue los tomates, los chorizos, el pimentón y el ají. Deje cocinar todo junto por unos 4 min. Y agregue el perejil picado.
4. Retire e incorpore esta preparación a las lentejas y tape la cacerola, baje a fuego bajo y cocine unos 20 min. Más, cuidando de que la preparación resulte algo jugosa.
5. Sirva este plato bien caliente.
Sugerencia: Puede acompañarse con papas hervidas.
Trucos
¿Cómo pueden evitarse los efectos de la fermentación de las legumbres?
Para evitar los gases que suelen provocar las legumbres, agrégueles a la cocción una hoja del árbol de paltas, ajedrea o un pedacito de anís estrellado. Tenga en cuenta, además, que las legumbres tienen distintos tiempos de cocción, por lo que es aconsejable cocerlas por separado si la receta lleva más de una clase.
¿Hay que lavar las lentejas secas?
Las lentejas se deben lavar en abundante agua fría y hay que desechar las que flotan, pues están pasadas.
Guiso de lentejas a la española
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Bueno les cuento que soy cocinero y les dejo un buen palto guisero para este invierno, unas ricas lentejas a la española hay va:
Ingredientes:
1-1/2 kilo de lentejas
2-2 cebollas grandes
3- 1/2 morrón rojo
4- 1/2 kilo de rotas befe
5- panceta ahumada a gusto
6- chorizo colorado a gusto
7- 1 zanahoria
8- 2 papas
9- puré de tomates una cajita
10- sal, pimienta, laurel, oregano, pimenton a gusto
Procedimiento:
Cortar las cebollas en cuadrados pequeños, hacer lo mismo con el morrón y la zanahoria.
calentar una aceite en una olla y agregar las verduras cortadas y sal (para que suden las verduras ), una vez que estén cocidas agregar la carne cortada, en cubos, y cocinar con las verduras cuando esta se está cocinando agregar una taza de vino tinto, subir el fuego(esto hace que se evapore el alcohol),una vez reducido agregar el puré de tomates y medio litro aproa de agua ,poner azúcar(esto le quita la acides al tomate),laurel (2 hojas máximo sino se marga la comida),sal, pimienta, pimentón.
Colocar las papas cortadas en cubo, y tapar unos minutos. Agregar el chorizo colorado si es cantimpalo mejor aun, cortado en rodajas, y la panceta cortada en cubos.
En otra olla hervir las lentejas (previamente remojadas una hora mínimo) una vez que estén tiernas agregar al guiso una vez que las papas estén listas apagar el fuego, y recién ahí agregar orégano o perejil eso es a gusto siempre al final las especies en hojas por que el fuego las quema y esto le da sabor amargo a las comidas, y listo a servir y disfrutar de unas lentejas a la española riquísimas.
Desde los principios de su historia, nuestro país creció inmerso en un crisol de nacionalidades que tuvieron efectos en la consolidación de sus costumbres. Hacia 1810 la combinación dentro de las cocinas porteñas daba como resultado platos con marcados rasgos españoles, pero con una necesaria adaptación a las materias primas locales que desde la época de la colonización los europeos habían conocido por sorpresa.
La carbonada es una de las preparaciones típicas del período.
Se trata de de una mixtura de arroz, carne, zapallo y en algunos casos papa, que se condimenta con tomate picado y pimentón dulce. "En nuestro caso agregamos orejones, una variedad de guisantes y pollo", confiesa Maximiliano Pettit (35), dueño y chef de "Pájaro que comió", un restaurante que se especializa en comida tradicional argentina.
En más de un mes de investigación gastronómica, Pettit pudo dar con las preparaciones de la época para elaborar una carta que sirva como homenaje a nuestro Bicentenario (¿con mayúsculas?). "Intentamos representar la comida nacional, que históricamente fue influenciada por los inmigrantes. Buscamos representar los ingredientes y la filosofía culinaria de esos años", expresa el chef. Dentro de esos elementos que formaban parte protagónica de la mesa nacional se encontraba la papa.
En su libro "Los sabores de la historia", el periodista Víctor Hugo Ducrot se refiere al tubérculo como uno de los factores más importantes del intercambio cultural entre las civilizaciones americanas y la europea: descubierto por los incas en las altas cumbres de los Andes, viajó a Europa y regresó para instalarse en la dieta de los virreyes.
El maíz fue otros de los ingredientes más utilizados en la cocina argentina de principios del siglo XIX. La humita era la forma de cocción más elegida en las cocinas de la época. A la olla o envuelta en su chala (la hoja que envuelve a los choclos), el maíz era uno de los pilares gastronómicos de aquellos años.
Entre los postres todavía algunas preparaciones se mantienen vigentes en nuestros días. El caso más representativo de una receta que sigue viva dentro de la gastronomía nacional es el arroz con leche. "Es un plato muy tradicional, pero si pensamos en 1810 hay que tener en cuenta también la natilla, los buñuelos de batata y la semita (tortilla de harina de maíz)", cuenta Maximiliano Pettit.
Con o sin el arroz, la leche es uno de los ingredientes más requeridos en los dulces de la época: la leche asada (uno de los antepasados más cercanos del flan actual) es el resultado de la combinación de leche, huevos y vainilla. "En nuestros locales solemos preparar ’Ambrosía’ con leche, huevos y almíbar", cuentan desde la cocina de "1810 Restaurante", uno de los locales que se dedica a la gastronomía de la época.
Perez Cellis y el central Park (el argentino)
Animada por un inagotable stock de choripanes y cazuelitas de locro y guiso de lenteja y un excelente servicio de bebidas, la multitud recorrió los talleres, el museo de la balaza y disfrutó de un desfile de modelos exclusivos de la conocida diseñadora Min Agostini intervenido por los pintores.
El catering hizo honor al barrio y la tradición: choripanes, empanadas, cazuelas de locro y guiso de lentejas de muy buena calidad y muy bien servidos y preparados por Meimar, todo acompañado con bebidas de Bodegas Bianchi y el infaltable café de Cabrales. Un catering que sorprendió, a su vez, por la versatilidad a la hora de responder a una convocatoria que superó ampliamente las expectativas.
“El Central Park anticipa nuevos proyectos entre los que se encuentra la próxima inauguración del Museo de la Balanza, y la segunda edición de Talleres Abiertos de Par en Park”, remata Amalia de Achaval.
Cuento de Las Lentejas (Jorge Bucay)
—Sin duda ese es un camino, el otro es el de Diógenes.
—¿Qué es “el de Diógenes”?
—El camino de Diógenes.
—No sé qué es el camino de Diógenes.
Un día, estaba Diógenes comiendo un plato de lentejas sentado en el umbral de una casa cualquiera.
No había nada en toda Atenas más barato en comida que el guiso de lentejas.
Dicho de otra manera, comer guiso de lentejas era definirse en estado de la mayor precariedad.
Pasó un ministro del emperador y le dijo:
—¡Ay! Diógenes, si aprendieras a ser más sumiso y a adular un poco al emperador, no tendrías que comer tantas lentejas.
Diógenes dejó de comer, levantó la vista y mirando al acaudalado interlocutor profundamente, le dijo:.—Ay de ti, hermano. Si aprendieras a comer un poco de lentejas, no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador.
—Este es el camino de Diógenes, el del autorrespeto, el de defender nuestra dignidad por encima de nuestras necesidades de aprobación.
Todos necesitamos la aprobación de otros. Pero si el precio es dejar de ser nosotros mismos, no sólo es caro sino que se vuelve una búsqueda incoherente.
Empezamos a parecernos a aquel hombre que buscaba por todo el pueblo su mula, mientras iba cabalgando... en su mula.
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