lunes, 7 de enero de 2013

En primera persona

Circularidades. Igual que en la vidriera irrespetuosa, damos y temamos con lo mismo siempre, pero nunca avanzamos, quien compra en los supermercados y en los mercados chinos sigue siendo rehén de una cadena de boludos mal nacidos que aumentan los precios por distintos motivos, ¿a quién le importan las mediciones en el INDEC en las provincias o adónde sean si no pasan de ser titulares de diarios berretas y temas de conversaciones hoy por hoy en la rambla quejándose de ella y su séquito?, a quién le importará si lo que sucede en la vida cotidiana de todos los días adentro de los mercados es realmente parte de una realidad que supera holgadamente a cualquier ficción que se pueda graficar con unos datos de mierda que además por defecto o exceso no sirven para nada, igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalache donde todo da vueltas circularmente como si estuviéramos montados sobre una noria imparable que da vueltas y vueltas, sobre la que estamos juntos todos sin excepciones incluso los responsables de los aumentos de los precios que no son ni remotamente los del gobierno, eso de cargar las mochilas de funcionarios, corruptos o no, dio los resultados que seguramente esperaron lo que inventaron los argumentos, todos los giles lo creemos, pero eso no sirve para corregir las distorsiones, viva la santa federación en la que todos somos iguales mientras seamos diferentes y mientras supervivan todos los santos unitarios. La manipulación de datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) completará este mes su sexto año de existencia y podrá exhibir como "logro" una inflación acumulada del 65 por ciento. Como contrapartida, los precios medidos por las provincias treparon en el mismo período 230 por ciento. Consultados por LA NACION, representantes de los trabajadores del Indec y economistas de diversas tendencias afirmaron que la decisión de no normalizar el índice de precios al consumidor (IPC) refleja la falta de decisión oficial para combatir la inflación. La ex coordinadora del IPC Marcela Almeida dijo que el cambio de datos que comenzó en los últimos días de enero de 2007 "es un período negro porque además de que se pierde la noción del poder adquisitivo, también se ven perjudicados aquellos que están bajo la línea de pobreza porque al negar las estadísticas no hay políticas para paliar la situación". ATE preparó meses atrás una serie de trabajos técnicos que ratificaban que, pese al discurso oficial que señala que el cambio en el IPC sólo dañó a los bonistas con títulos ajustables por el CER, también perjudicó a los más pobres. En ese sentido, informaron que la pobreza alcanza al 37 por ciento de la población, frente al 6,5 por ciento del Indec. Eduardo Levy Yeyati, director de la consultora Elypsis, indicó que la falta de credibilidad en torno de las cifras del Indec generó un "alto costo financiero porque en enero de 2007 teníamos el riesgo país de Brasil y a partir de la manipulación del IPC, percibida como default encubierto por los inversores, convergimos al de Venezuela". También se disparó la salida de capitales -US$ 80.000 millones desde entonces- y el "corralito cambiario por causa de la aceleración de la apreciación del peso y de las tasas de interés por debajo de la inflación, persistencia de la pobreza y la desigualdad a pesar del gasto social del Gobierno, ya que la inflación no sólo pega más, sino que es más alta en hogares de bajos recursos", explicó el ex economista jefe del BCRA en 2002. Se mantiene sin avances la causa que lleva adelante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral desde 2007 contra las autoridades del Indec lideradas por Ana Edwin y contra Moreno, por presunta violación del secreto estadístico y manipulación del IPC. A

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